El 2 de febrero de 1962 comenzó a fabricarse un emblema de la Zona Sur del Gran Buenos Aires, el alfajor Capitán del Espacio. Para muchos, el más rico de todos.
Con poca o nada de publicidad, el noble alfajor de origen quilmeño se transformó en leyenda y, a sus 61 años de vida, sigue más vigente que nunca.
La pyme nació de la mano de Ángel de Pascalis, que junto a su amigo y socio Arturo Amado, decidió comprar una fábrica de alfajores en Ezpeleta.
Allí, permaneció por un año. Luego, se mudó a otra más amplia en Bernal Oeste. Durante esa época se priorizó el trabajo artesanal, con pocos trabajadores y una circulación de venta que no se expandía más allá de la zona. 10 años más tarde, Capitán del Espacio volvió a mudarse, esta vez al lugar en donde aún permanece: en la calle Gran Canaria, en Quilmes.
En 2006, Capitán del Espacio fue distinguido como campeón del Mundial de Alfajores, luego de llegar a la final contra dos conocidos rivales -ambos con presencia en todo el país- como Jorgito y Terrabusi. El evento fue realizado por un blog argentino y coronó a un alfajor que continuamente gana adeptos, como también refuerza el sentimiento de sus acérrimos defensores.
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