Semanas atrás, Alejandro Claudio Guerrero aprovechó una salida transitoria para fugarse de la Unidad 32 de Florencio Varela y luego se sacó una «selfie» con la novia de otro interno.
Ese acto provocó la furia de los presos que juraron vengarse de «El Pastor», como era conocido en el penal ya que profesaba la fe cristiana y participaba activamente en los cultos religiosos.
Sin embargo, Guerrero no pudo con su genio, volvió a cometer ilícitos y encontró la muerte.
Este domingo, en la localidad platense de Etcheverry, dos ladrones ingresaron alrededor de las 20 a una vivienda ubicada en el kilómetro 63 de la Ruta 2, un sector donde predominan las quintas hortícolas. Dentro del lugar se hallaba un matrimonio y sus tres hijos.
El robo fue extremadamente violento donde Guerrero y su cómplice, Matías Hernán Barrionuevo dispararon al dueño de casa y provocaron que este junto a su hijo se defendiera.
Uno de ellos murió por un golpe en la cabeza con una mancuerna mientras que el otro de un hachazo en la panza que expuso sus órganos vitales.
Ambos delincuentes se habían conocido en el penal de Florencio Varela donde entablaron una amistad. La identidad de los óbitos era un misterio hasta que la hermana de uno de ellos logró identificarlo hace apenas unas horas.
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